19/11/09

¡¡¡Ahí va el Aguaaaaa!!!


Después de unas varias cubas era justo y necesario hacer una escala técnica al tocador de hombres. No se asusten, es el nombre elegante a lo que vulgarmente conocemos como baños, sanitarios o servicios. Pero bueno, el caso es que ya dentro de este aposento de los líquidos y los sólidos y con la posición profesional para hacer pipí; pies ligeramente abiertos y alineados con los hombros, una mano en la cintura (o según el estilo en la pared), y la otra mano si no sabes donde ponerla seguramente te estarás equivocando de acción a realizar….. Escuché un diálogo en el espacio que creía desierto (todo esto mientras realizaba la técnica pipíl masculina con toda la sobriedad posible):

– ¡¿Chuchooooo?! – En tono de sorpresa y consternación.

_ ¿Qué pedo inche Luis? – El gusto de Chucho se podía oír en sus palabras tan pertinentes.

– ¿Qué onda qué haces? -

– Pues nada, aki nomás -

– Eso es, oye… por cierto ya te diste cuenta de la vieja que trajo el Furcio, ¿está buenona no? – Supuse que el Furcio era un conocido común.

–Sí, está chida la güerita…. Oye por cierto, no me había dado cuenta que traías tenis, están fregones, luego los rolas –

– Ah, gracias güey, cuando quieras -

Todo este diálogo cabría dentro de lo normal en una pachanga o bar cualquiera. Sin embargo, esta conversación se dio de la privacidad de un retrete (o escusado) a otro. Por lo que si me permiten el término, acuñé a este tipo de comunicación: conversación inter-topo.

Esta anécdota la cuento no con la intención de caer en lo soez y en el mal gusto, sino con la finalidad de hacer reflexionar sobre todo el mundo y misticismo que envuelve ir al baño ya sea en un antro, bar o cantina (en el caso de las fiestas, pachangas, bodas, xv años o graduaciones, son casos distintos que necesitan de un análisis por separado).

Desde el güey que está siendo regañado por su mujer, novia o amante vía celular, hasta el señor que además de proveer papel post-lavada de manos, también vende paletas, cigarros, mentas, chicles, cacahuates, dulces, desodorante, gel, cepillo de dientes, condones y hasta te presta su peine para que te des una manita de gato.

La publicidad arriba de los mingitorios también es una atención bastante acertada. Desde leer una página del Cancha (sección deportiva del Reforma), hasta ver comerciales en una pequeña pantalla. Cómo diría el perro Telmex…. Guaaaaau!!! Eso sí es entretenimiento.

Evidentemente hablo de mi experiencia en el baño de hombres. Aunque reconozco que el mundo del sanitario femenil es más desconocido y por lo tanto escabroso.

Ojalá que la próxima vez que estés en el baño de tu bar o antro predilecto, te sientes y reflexiones un poco sobre todo lo que relato, y descubras nuevos detalles que a veces uno pasa por alto.

**** Agradezco infinitamente la invitación hecha por Los Godínez para participar en este extraordinario espacio, y espero poder aportar relatos, anécdotas e información útil para el mundo godinezco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario