15/12/09

Encuentro Godinez del quinto patio


Recuerdo que en la secundaria una chavita bastante vulgar en todos los sentidos se sentaba dos o tres bancas delante de mí. Algún cabrón, de los que en el argot contemporáneo se llaman bully (pero que yo nunca dejaré de llamar cabrón) le puso un apodo: la quintopatiera. No voy a negarles que efectivamente me referí a ella de esa forma en una o dos, tal vez hasta en tres ocasiones (uno no se acuerda muy bien de esas particularidades), pero ese no es el punto, sino por qué le decían así.

Supongo que por la canción aquella que versaba "por vivir en quinto patio..." y porque vivir en el quinto patio (que puede no ser el último) de una vecindad está muy jodido. O por lo menos eso se ha quedado en la memoria de la sociedad. O eso dicen. El caso es que una de las características de esta chica era su vestimenta, de eso me acuerdo, se vestía "diferente", y pinche.

¿Y esta historia de dos párrafos qué, che Rutilio argüendero? Ah, pues no es otra cosa que el contexto, la entrada, la información que explica el por qué del título y de lo que a continuación voy a describir. Me encontré en una fiesta, el fin de semana pasado, a uno de esos Godinez que no sólo no pasan desapercibidos sino que son capaces de arruinarle la noche a uno que otro ente normal, si existe tal cosa como la normalidad.

Era alto, moreno, cacarizo, con la nariz ancha, porte de verdulero después de una ardua y larga jornada en la Central, mas no perdía el clásico andar (pavoneo) de alguien que intenta proyectar seguridad desde su inseguridad. Cabello negro, más corto en los costados que en la mollera, engominado de dos días (pa' ahorrar uno suele utilizar las pequeñas virutas blancas de gel que le quedan en la cabeza al día siguiente), cadena de algún metal que se asemeja al oro, playera negra, deslavada, sin mangas y fajada en un pantalón de vestir cremoso, casi blanco, cinturón negro, hebilla dorada, celular con clip en la cadera, calcetin blanco y zapato negro de tacón prominente (para hombre).

Mejor ni les explico cómo bailaba reggaetón ni cuántos "jot dois" se comió (eran gratis).

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