El martes llegué a mi casa y al prender la tele me encontré con que estaba la famosa película de Crépusculo. Me eché la mitad de ella porque Kirsten Stewart (así como Katy Perry) son mis amores platónicos geeks-gabachos-granjerones. Después de la escena del beisbol empecé a darme cuenta de la enorme porquería que estaba viendo, y entendí perfectamente porque todas las niñitas fresas, no tan fresas, emos, rockeras, indiferentes, literarias etc etc etc están enamoradas del inglés ese freak de Pattinson; básicamente puede hacerlo todo, y a eso hay que añadirle que salió en Harry Potter. En fin, le cambié a Warner para ver la rutinaria pero muy entretenida Two and a half men, y en los comerciales oh sorpresa "Vampire Diaries" cuyo protagonista es un vampiro mamey, poeta, romántico, estudioso, buen tipo, filántropo, con chamarras de marca y claro, sale con la ex del equipo de americano aka la más buena de la universidad gabacha. En mis buenos tiempos Drácula era una eminencia, el vestirte como el en Halloween o enfrentarlo en el Castlevania era todo un honor. La figura de este místico y respetable personaje inspiró a los creadores del mejor cereal que ha existido (Count Chocula) , de una de las mejores películas que he visto (Let the right one in), pero también desató una fiebra en donde los vampiros ya no son seres místicos con un harém de mujeres en su castillo en las montañas; ahora son estudiantes de UCLA (go beavers go!) bien parecidos que por alguna razón ven a los humanos como amigos. Pobre Elly, Drácula y Count Chocula, han de estar revolcando se en su tumba (valga la redundancia).
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