Orgullo vs respeto

Me considero un tipo tolerante, respetuoso con la mayoría de las ideologías de la gente y todo eso que promueve la estabilidad de las sociedades. Como Timmy y Adelor, pienso, debato, critico y hago todo eso que se supone nos hace mejores personas, y hoy estaba en eso de pensar cuando me asaltó el recuerdo de una marcha.

Hace poco más de un año, por razones que no debes de saber ni yo te pienso relatar, fui a la "Marcha del Orgullo Gay" en la Ciudad de México. Mi primera vez en un evento de tal magnitud. Llegué temprano, antes de que empezara. Todos los "hombres", "mujeres" y "demás personajes por quienes se inventó el artículo neutro (lo) se empezaron a juntar en las inmediaciones de Reforma. El desfile empezó, yo iba en la vanguardia de la movilización.

Colores y más colores, disfraces estrafalarios, mascotas disfrazadas de princesas de Disney, hombres desnudos con el cuerpo pintado de pies a cabeza, travestis, locas, putas y putos, activistas, heterosexuales y policías. Todos muy risueños y muy contentos, todos con un mensaje de responsabilidad y de supuesto respeto, porque has de saber que esta marcha/desfile se organiza para luchar por ciertos derechos que la comunidad gay no tiene.

Bueno, el caso es que me aburrí y comencé a caminar hacia la retaguardia. Un grupo de lesbianas protestaban por no sé qué pendejada (sólo me acuerdo que era una pendejada) y de pronto, de un altavoz que portaba una de ellas, escapó el siguiente alarido:

"Desde el cielo una hermosa mañana, desde el cielo una hermosa mañana, Lupe la lesbiana, Lupe la lesbiana, Lupe la lesbiana bajó al Teeepeeeyac".

¡Ah canijo! Esta señora o señor no sólo gritaba espantoso, sino que le metía, con cada repetición de su cancioncilla, una bofetada a la iglesia y una patadita en los tanatines al catolicismo. Me reí harto, hartísimo, aunque pensé... no se estará contradiciendo, por aquello del respeto. Y luego, cuando me topé con otro grupo de manifestantes, corroboré la parte de la contradicción, gritaban:

"Felipe Calderón, también es maricón".

Y en una de esas lo es, pero caray, el punto es quién lo dice, cuándo lo dice, por qué lo dice y para qué lo dice. En pocas palabras, estos homos no pueden gritar esas consignas cuando piden respeto por sus preferencias y toda la patraña que quieren hacer y ser.

Pero la verdad estuvo bien divertido, aunque siempre es bueno reír con conocimiento de causa, digo...