17/8/09

Ojo por ojo y que el mundo se quede ciego


Cuando era chico solía vacacionar los fines de semana en un destino no muy alejado del Distrito Federal. Tenía un rifle de diábolos con el que disparaba al cielo, árboles e incluso a la casa y ventanas del vecino. Un día el disparar por disparar dejó de tener sentido, y entonces centré mi atención en un lago que se encontraba cerca de mi casa. Llevaba pan, lo echaba al lago y cuando los peces salían a comerlo disparaba hasta acabar con la familia entera de pececillos. ¿Alguna justificación? Era joven, estúpido e inmaduro. Después de unos años la cosa cambio, tuve perros, hamsters, gatos, pescados (que no balee) y los cuales me hicieron concientizarme un poco en el trato que deben recibir los animales. Mi mentalidad ahora tan radical y quizás enferma, prefiere ver un hombre muerto que a un animal, debido a la simpatía que he adquirido hacía estos últimos. Navegando por internet me encontré una campaña publicitaria realizada por la asociación Humans for Animals titulada "Don´t treat others the way you don´t want to be treated", en la cual se muestran a las focas cazando bebés, a los changos comiendo sesos humanos, y a los hombres vomitando sangre después de ser toreados y "macerados". La campaña cumple con el objetivo de crear polémica y concientizar un poco acerca del trato que damos a los animales y que mejor forma de hacerlo que mostrando un poco de sangre. En un mundo perfecto la venganza libre entre animales y humanos existiría, quizás sólo nos queda esperar a que Darwin comience a actuar.

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