Cuando era chico solía vacacionar los fines de semana en un destino no muy alejado del Distrito Federal. Tenía un rifle de diábolos con el que disparaba al cielo, árboles e incluso a la casa y ventanas del vecino. Un día el disparar por disparar dejó de tener sentido, y entonces centré mi atención en un lago que se encontraba cerca de mi casa. Llevaba pan, lo echaba al lago y cuando los peces salían a comerlo disparaba hasta acabar con la familia entera de pececillos. ¿Alguna justificación? Era joven, estúpido e inmaduro. Después de unos años la cosa cambio, tuve perros, hamsters, gatos, pescados (que no balee) y los cuales me hicieron concientizarme un poco en el trato que deben recibir los animales. Mi mentalidad ahora tan radical y quizás enferma, prefiere ver un hombre muerto que a un animal, debido a la simpatía que he adquirido hacía estos últimos. Navegando por internet me encontré una campaña publicitaria realizada por la asociación Humans for Animals titulada "Don´t treat others the way you don´t want to be treated", en la cual se muestran a las focas cazando bebés, a los changos comiendo sesos humanos, y a los hombres vomitando sangre después de ser toreados y "macerados". La campaña cumple con el objetivo de crear polémica y concientizar un poco acerca del trato que damos a los animales y que mejor forma de hacerlo que mostrando un poco de sangre. En un mundo perfecto la venganza libre entre animales y humanos existiría, quizás sólo nos queda esperar a que Darwin comience a actuar.
Ábrete, chavo
Hace 11 años
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